Procesión del Descenso de Cristo a los Infiernos

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RESEÑA HISTÓRICA

En 2001, la joven Cofradía de Ánimas pone en la calle por primera vez la Procesión del Descenso de Cristo a los Infiernos. Es esta una procesión pionera en España, no encontrando otras similares en ningún otro lugar, a excepción de la vecina localidad de Archena, la cual ha reproducido este desfile.
La procesión se inicia en la Ermita de San Bartolomé, donde los hermanos penitentes realizan una oración y juramento de silencio mientras dure el recorrido. Desde allí parte todo el cortejo a las 3 de la madrugada del Sábado Santo hacia la Plaza Mayor, abriendo el tercio la Cruz guía, acompañada de la Coral Ars Nova. Al llegar a las puertas de la Basílica, haciendo uso de la Cruz, se golpea tres veces el portón a modo de llamada. Tras esto, las puertas se abren y sale el paso de Jesús Abriendo las Puertas de los Infiernos. Una vez ha salido y se ha parado en la Plaza Mayor, se recita un fragmento de la antigua Homilía de Sábado Santo.
Al igual que en la Procesión del Silencio, las calles vuelven a estar completamente a oscuras, tan sólo iluminadas por los hachones de los nazarenos y los cuatro pebeteros del trono. El recorrido incluye las calles Fortaleza y Bajada al Puente, recreando con estas dos cuestas el Paso de Cristo por los Infiernos. La procesión está acompañada por un tambor sordo tras el Cristo y una campanilla abriendo el desfile, además de diversas intervenciones de la Coral Ars Nova a lo largo de la carrera. Otro de las peculiaridades de la procesión es el gran brasero o lucernario de forja que, portado por cuatro hermanos, hace las veces de incensario.